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Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles (ESPR): guía sencilla

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Si vendes productos envasados en vidrio, hay una pieza nueva del puzle regulatorio que no puedes ignorar:

El Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles: el marco que va a decidir qué productos pueden entrar en el mercado europeo… y cuáles no.

La buena noticia: si entiendes cómo funciona, puedes usarlo para diseñar mejor tus productos, reforzar tu marca y adelantarte a tu competencia.

Vamos a verlo sin tecnicismos vacíos y con foco en lo que de verdad te afecta.


Índice

1. ¿Qué es el Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles?

El famoso “reglamento ecodiseño productos sostenibles” es el:

Reglamento (UE) 2024/1781 – Ecodesign for Sustainable Products Regulation (ESPR).(EUR-Lex)

Algunos datos clave:

  • Fue publicado el 28 de junio de 2024 y
    entró en vigor el 18 de julio de 2024.
  • Sustituye a la antigua Directiva de Ecodiseño 2009/125/CE, que solo se centraba en productos relacionados con la energía.
  • Crea un marco único en toda la UE para fijar requisitos de ecodiseño que los productos deberán cumplir para poder venderse legalmente en el mercado europeo.

Su objetivo declarado:

“Hacer que los productos sostenibles sean la norma en la UE”
y reducir su huella ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida.


2. ¿A qué productos afecta? (y dónde encaja tu negocio)

El ESPR tiene un alcance enorme:

  • Cubre casi todos los bienes físicos que se ponen en el mercado de la UE, incluidos componentes e intermedios.
  • Quedan fuera solo algunas categorías muy concretas:
    alimentos, piensos, medicamentos, determinados vehículos y dispositivos médicos, entre otros.

Importante para ti:

  • El envase en sí (packaging) se regula principalmente a través del Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR).
  • Pero el ESPR puede fijar requisitos adicionales de ecodiseño, incluso sobre envases asociados a ciertos productos, cuando el propio diseño del producto permita reducir el impacto del embalaje (por ejemplo, formatos más compactos, envases reutilizables, etc.).

Si vendes productos en:

  • botellas de vidrio,
  • tarros de cristal,
  • o productos donde el envase de vidrio forma parte de la experiencia (vinos, aceites, bebidas, cosmética, gourmet…),

el Reglamento te afecta por dos lados:

  1. Por los requisitos de ecodiseño del producto.
  2. Por la presión adicional para que envase y producto trabajen juntos en clave de sostenibilidad.

3. Qué cambia realmente: de “producto bonito” a “producto diseñado para durar, repararse y reciclarse”

El ESPR no es una lista cerrada de normas para todos los productos desde el primer día.

Es un marco:
la Comisión Europea irá aprobando Actos Delegados para grupos de productos concretos (textiles, electrónica, muebles, etc.), definiendo sus requisitos de ecodiseño.

Aun así, ya sabemos qué tipo de cosas va a exigir:

3.1. Durabilidad, reparabilidad y reutilización

Los productos deberán diseñarse para:

  • durar más (menos obsolescencia, más resistencia),
  • poder repararse con métodos razonables,
  • facilitar su reutilización siempre que tenga sentido.

Esto impacta directamente en:

  • materiales elegidos,
  • diseño de piezas,
  • disponibilidad de repuestos,
  • instrucciones para reparación.

3.2. Reciclabilidad y contenido reciclado

El Reglamento permite fijar requisitos sobre:

  • reciclabilidad (cómo se desmonta, separa y recicla el producto),
  • contenido mínimo de material reciclado,
  • ausencia o limitación de sustancias que dificulten el reciclaje o la reutilización.

En el entorno de productos envasados en vidrio, esto se traduce en:

  • presión para aumentar el uso de calcín (vidrio reciclado),
  • evitar recubrimientos, pinturas o pegamentos que “estropeen” el flujo de reciclaje,
  • coordinar el diseño del producto y del envase para minimizar residuos y hacer más fácil la recuperación de materiales.

3.3. Eficiencia de recursos y energía

El ESPR quiere que los productos sean:

  • menos intensivos en recursos,
  • menos dependientes de materias primas críticas,
  • más eficientes en el uso de energía y agua durante su vida útil.

Poner en el mercado un producto “desperdiciador” va a salir caro:

  • por normativas,
  • por costes,
  • y por reputación.

3.4. Restricciones de sustancias problemáticas

El Reglamento permite a la Comisión limitar o prohibir sustancias que:

  • sean muy peligrosas (sustancias de muy alta preocupación en REACH, POPs, etc.),
  • dificulten la reutilización o el reciclaje de los materiales del producto.

Esto afecta a:

  • aditivos en plásticos,
  • recubrimientos, tintas, barnices, adhesivos,
  • y cualquier elemento químico que haga el producto menos “circular”.

3.5. Prohibición de destrucción de productos nuevos

Otra bomba silenciosa del Reglamento:

Se crea un marco para impedir que se destruyan productos de consumo nuevos y no vendidos, especialmente en sectores como textil y electrónica.

La idea es que:

  • el producto que entra en el mercado debe tener salida útil:
    venta, donación, reutilización…
  • y que destruir stocks nuevos por motivos de imagen, logística o sobreproducción deje de ser una opción “fácil”.

4. El pasaporte digital de producto: la ficha técnica que lo contará todo

Una de las piezas más potentes del Reglamento es el Digital Product Passport (DPP) o Pasaporte Digital de Producto.

¿De qué va?

  • Cada producto regulado tendrá un identificador único (normalmente un código QR u otro sistema escaneable).
  • Al escanearlo, se accederá a una ficha con información clave sobre:
    • materiales,
    • reparabilidad,
    • contenido reciclado,
    • instrucciones ambientales,
    • posible presencia de sustancias reguladas, etc.

Para marcas que trabajan bien la sostenibilidad, el pasaporte digital es:

  • un altavoz de transparencia,
  • una manera de demostrar con datos que tu producto no es “greenwashing”.

Para quien siga con fichas pobres y envases opacos, puede convertirse en un boomerang.


5. ¿Qué significa todo esto si vendes productos envasados en vidrio?

Aunque el foco del Reglamento no es el envase como tal (eso está en el PPWR), el producto y el envase van de la mano.

En un contexto de:

  • PPWR para envases y residuos de envases,
  • ESPR para ecodiseño de productos sostenibles,
  • y normativa nacional como el RD 1055/2022 en España para envases,

el mensaje es claro:

Tu producto envasado en vidrio tendrá que demostrar, cada vez más, que está diseñado desde el inicio pensando en la reutilización, el reciclaje y el uso eficiente de recursos.

Algunas consecuencias prácticas:

  • Elegir formatos de vidrio que encajen con circuitos de reutilización o depósito y retorno.
  • Colaborar con proveedores de vidrio que puedan certificar:
    • contenido reciclado,
    • eficiencia energética en hornos,
    • huella ambiental reducida.
  • Alinear el diseño del producto + envase para:
    • reducir peso sin comprometer resistencia,
    • evitar mix de materiales difíciles de separar,
    • facilitar su clasificación y reciclaje.

6. Plan de acción mínimo para no quedarte atrás

6.1. Paso 1 – Mapa de riesgos y oportunidades

Haz una lista honesta de tus productos:

  • ¿Cuáles podrían verse primero afectados por futuros actos delegados (textil, electrónica, mobiliario, etc.)?
  • ¿Qué productos tienen una huella de envase importante?
  • ¿Dónde podrías destacar gracias al vidrio como material circular?

6.2. Paso 2 – Habla con tus proveedores (de vidrio y de producto)

Preguntas mínimas que debes hacerles:

  • ¿Están ya trabajando para alinearse con el Reglamento 2024/1781?
  • ¿Qué % de vidrio reciclado utilizan?
  • ¿Qué datos podrán aportar cuando el pasaporte digital de producto sea obligatorio?
  • ¿Qué opciones de ecodiseño ofrecen (envases más ligeros, mejores etiquetas, cierres más sostenibles)?

6.3. Paso 3 – Documenta lo que haces bien (porque te lo van a pedir)

ESPR, PPWR, RD 1055/2022… todos tienen algo en común:

  • piden trazabilidad,
  • quieren datos verificables,
  • y apuntan a un mundo donde el “creo que soy sostenible” no sirve.

Empieza por:

  • centralizar fichas técnicas,
  • pedir declaraciones de conformidad y certificados,
  • registrar decisiones de diseño (por qué elegiste un envase más ligero, un determinado vidrio, un tipo concreto de etiqueta).

Esto, mañana, será oro para:

  • cumplir requisitos legales,
  • alimentar el pasaporte digital,
  • y comunicar con credibilidad a tus clientes.

6.4. Paso 4 – Convierte el reglamento en relato de marca

Puedes ignorar el Reglamento y vivir a la defensiva, o usarlo así:

  • “Nuestros productos están diseñados según los criterios del Reglamento europeo de ecodiseño de productos sostenibles, priorizando durabilidad y circularidad.”
  • “Trabajamos con vidrio y proveedores que facilitan el reciclaje y la reutilización real de los envases.”
  • “Estamos preparando nuestros productos para el pasaporte digital europeo, con información transparente y verificable.”

La diferencia entre “cumplo por obligación” y “cumplo y lo convierto en ventaja competitiva” está en cómo lo incorporas a tu discurso.


7. Conclusión: por qué este reglamento te importa más de lo que parece

El “reglamento ecodiseño productos sostenibles” no es solo un texto más en el Diario Oficial.

Es:

  • el filtro que va a definir qué productos podrán venderse en la UE,
  • el marco que conectará diseño, normativa y marketing,
  • y una invitación a que tu producto y tu envase de vidrio jueguen en primera división de la economía circular.

Puedes esperar a que te llegue el primer susto (un cliente grande que te pide cumplir X puntos del Reglamento, o una duda de conformidad)…
o puedes empezar ya a:

  • revisar tus diseños,
  • hablar con tus proveedores,
  • y ordenar tu información técnica.

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